Si me remonto a mis primeros recuerdos musicales el primer nombre que me viene a la cabeza es del María Dolores Pradera, para mí una de las Damas de la canción popular, a parte de una de las mujeres más elegantes y bellas de esa generación repleta de folclóricas con lunares y vestidos con chorreras.
María Dolores Pradera
Recuerdo que los fines de semana, cuando mis padres hacían la limpieza habitual de la casa, nos ponían los discos de vinilo de María Dolores y los gemelos y la casa se llenaba de boleros, baladas románticas y coplas. Siempre me llamó poderosamente la atención la personalidad y la profundidad de la voz de aquella Señora que casi todos los sábados se colaba en mi casa.
Hace dos años tuve la oportunidad de ir con mis padres a uno de los últimos conciertos que dio antes de ponerse malita (la Dama tiene casi ya 90 años), y aluciné. Cómo una señora con aquella edad podía seguir teniendo ese chorro de voz que no temblaba ni se quebraba en ningún acorde de todos los temas que tocó. Corroboré también que el dicho “la que tuvo retuvo” es completamente cierto. Con 88 años seguía conservando esa elegancia, ese saber estar y esa voz que no deja indiferente a nadie.
Reconozco que en muchos momentos me emocioné, sobre todo cuando cantó esas canciones que me hicieron volver a mi más tierna infancia. Además, estaba compartiendo ese momento tan único con mis progenitores, que fueron los que me inculcaron desde pequeña el amor a la música.
Aquí os dejo una de mis canciones preferidas, espero que os emocione tanto como a mí:
http://www.youtube.com/watch?v=_OwFm-2eg8Y
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