El domingo 15 de marzo se celebró la decimotercera edición La Radio Encendida. Un evento organizado por Radio 3 y La Casa Encendida en el que durante doce horas la música se apodera de todas las estancias de uno de los centros culturales más emblemáticos de la capital.

Cartel XIII La Radio Encendida 2015

Cartel XIII La Radio Encendida 2015

El atractivo cartel del evento y la gratuidad de los conciertos hicieron que durante todo el día los alrededores de La Casa Encendida fueran una constante cola. La mecánica de este maratón musical es que dos horas antes de cada concierto se empiezan a repartir entradas hasta completar aforo [en el caso de Vetusta Morla, que tocaban a las 21.30 horas, la gente empezó a hacer cola cinco horas antes].

Como por temas logísticos era imposible abarcar todos los conciertos, nos decidimos por ir al de las 19 horas y ver a Trajano! y Supersubmarina.

Cuando entramos en el patio de La Casa Encendida, Trajano! ya había empezado el concierto. Este cuarteto madrileño hace una especie de punk oscuro que recuerdan bastante a los ochenteros Joy Division. Me llamó mucho la atención la curiosa manera de colgarse la guitarra del cantante [al estilo sobaquero cual maestro del ukelele] y me sorprendió su gutural voz, aunque todavía intento discernir en qué idioma cantaba ya que no se entendía absolutamente nada de las letras.  Me gustó el sonido electro-espacial que creaban con la ayuda de la mesa de mezclas y que daba un toque singular a su música.

Concierto de Trajano! La Radio Encendida.

Concierto de Trajano! La Radio Encendida.

Sobre las 19.30 comenzó el concierto de Supersubmarina, uno de los grupos más deseados del panorama musical español como ya os conté en el post Supersubmarina: hipsterismo electroviral. El grupo jienense nos obsequió con un intimista y original concierto acústico que hizo las delicias de los allí presentes. A lo largo de la actuación sonaron temas como “Algo que sirva de luz”, “Viento de cara”, “El Mañana” o la canción “Hogueras”, durante la cual versionaron el “ Take me out” de Franz Ferdinand.

Concierto acústico Supersubmarina. La Radio Encendida.

Concierto acústico Supersubmarina. La Radio Encendida.

Creo que a todos nos supo a poco la escasa media hora de concierto, aunque bien es verdad que “a caballo regalado…” 😛

¡Esperemos que La Radio y La Casa sigan encendiéndose muchos años más!

Si queréis vivir o revivir alguno de los conciertos de La Radio Encendida, pincha aquí.

@brokenheroes

Si  este año había un evento en la capital al que realmente me apeteciese ir, ese era el de Víctor Manuel celebrando sus 50 años sobre las tablas rodeado de amigos. Un concierto que, a priori, tenía todos los ingredientes para ser inolvidable. Además, me hacía especial ilusión ir con las dos personas a las que más quiero en este mundo, ¡mis padres! Ellos fueron los que me inculcaron el amor por la música y especialmente por la canción protesta y comprometida.

Uno de los discos que marcaron mi infancia.

Uno de los discos que marcaron mi infancia.

Aunque el llenazo del Palacio de los Deportes estaba asegurado, el que las localidades fuesen numeradas ayudó a que no se formasen colas ni tumultos en las entradas. Me resultó curioso a la par que agradable compartir gradas con espectadores de la quinta de mis progenitores 🙂

Victor Manuel eligió la “Danza de San Juan” para dar la bienvenida a lo que prometía ser una velada inolvidable. Nada más lejos de la realidad, los tímidos pitidos que se escucharon al finalizar esta primera canción fueron el preludio de lo que sería una auténtica revolución de la grada. El asturiano, ajeno a lo que se estaba gestando en el graderío de la calle Goya, siguió desgranando su repertorio más folclórico con temas como “La Romería” o “La Sirena”. El ambiente del Palacio de los Deportes se iba enrareciendo tema tras tema, y cuando el clan de los asturianos (Chus Pedro, Marina Valle Roso y Hevia) salieron al escenario, el recinto era ya un clamor de pitidos y de voces gritando #Noseoye. El sonido estaba siendo realmente pésimo. No se entendía absolutamente nada de lo que cantaban y un eco ensordecedor retumbaba en las inmensas paredes del  Barclay Card Center.

A pesar de la escasez de datos, las críticas se empezaron a hacer patentes en las redes sociales.

A pesar de la escasez de datos en los móviles, las críticas se empezaron a hacer patentes en las redes sociales.

Con este panorama el concierto seguía su curso, nadie de la organización ni el propio Víctor Manuel parecía darse cuenta de la rebelión de las gradas, que incluso empezaron a vaciarse. ¿Cómo era posible que nadie se percatase de que esos pitidos no eran alabanzas si no quejas y de que eso que coreaba la gente no era un “viva Víctor” si no un “No se Oye”? Embebida en la dinámica de crispación generalizada, me despisté en uno de los temas para mí más entrañables de la discografía del asturiano: “La Planta 14”, aunque lo poco que logré atender, no me gustó nada la colaboración de la señorita Valle Roso.

Fue por fin después de este bloque (tras casi una hora de concierto) cuando Víctor Manuel se dirigió al público disculpándose por la problemática del sonido y prometiendo que, si hacía falta, no le importaría repetir el concierto [JA JA, tururú corneta]. Parece que estas palabras calmaron un poco los ánimos, aunque el problema persistió todo el concierto y entre canción y canción alguien siempre hacía referencia a que seguía habiendo eco.

Víctor Manuel. "50 años no es nada"

Víctor Manuel. «50 años no es nada»

A partir de aquí, con mayor o menor ovación, las colaboraciones estelares se fueron sucediendo.  Por el escenario empezaron a aparecer renombrados artistas como Ana Belén, Pedro Guerra, el demacrado Aute, el maestro Rosendo o Sole Giménez. A ellos les siguieron artistas más amateur pero a los que os recomiendo pegar una escucha, entre ellos,  el desconocido pero muy aplaudido Andrés Suarez o la albaceteña de rompe y rasga Rozalén [con la que, casualmente, comparto peluquera 😛 ] que colaboró en un tema que siempre me ha encantado: “Luna”. Me gustó mucho la actuación de Miguel Poveda participando en la mítica canción “Asturias”. Sorprendente fue la colaboración de Millán Salcedo y emotiva la salida de Jorge Drexler. Y qué decir de mi querido Pablo Milanés, al que siguió un sin par Joaquín Sabina que no pudo evitar soltar un ingenioso chascarrillo: “estoy encantado de tener de telonero a Pablo Milanés y ponerle los cuernos a Serrat con Víctor Manuel”.  Al canalla de Úbeda le seguiría el que Víctor Manuel denominó como su “hermano mayor”, Serrat, con el que interpretó “El abuelo Víctor”, otra canción a la que tengo un especial cariño, supongo que porque mis raíces son de pueblo minero y mi abuelo también fue picador allá en la mina

La pandilla al completo. Víctor Manuel "50 años no son nada"

La pandilla al completo. Víctor Manuel «50 años no son nada»

Lo que estaba llamado a ser un inolvidable concierto, se convirtió en un absoluto desencanto. Después de tanto altercado, gran parte del público, incluida yo, no nos acabamos de meter del todo en el concierto, y aunque al final intenté disfrutar, ya estaba intoxicada de frustración.

 He asistido a decenas de conciertos en el Palacio de los Deportes y NUNCA he presenciado un problema tan flagrante de sonido como el de la pasada noche.  Señores, el problema no está en el recinto. Los culpables del lamentable espectáculo de ayer fueron los organizadores y los responsables del sonido que no supieron calibrar técnicamente el evento.

Decepcionante también la actitud de Víctor Manuel que al acabar el concierto no se dignó a dirigirse de nuevo a su público para disculparse ¡Qué falta de profesionalidad después de 50 años!

Yo, por mi parte, voy a dirigirme a Ticketmaster y a los organizadores del evento para ver cómo van a gestionar este monumental chasco. Desde luego esta tomadura de pelo se merece una reclamación. No sé si al resto de los asistentes les habrá pasado, pero yo hoy, día siguiente del concierto, tengo un dolor de oídos y de cabeza espantosos debidos al  ECO de ayer.

Me da mucha pena haber escrito este post así, pero la verdad es una y hay que ser consecuente con ella.

@brokenheroes

Aquí os dejo el vídeo del concierto completo en Asturias (lo que pudo haber sido y no fue en Madrid…)

Tres días colgando el sold out  en La Riviera y el anuncio de una nueva fecha para el mes de enero. Este es el balance del paso del grupo andaluz de indie pop Supersubmarina por Madrid. La banda jienense ha tenido (parafraseando el nombre de su disco) el viento de cara ya que sus conciertos no entraron en el saco del “recorte de aforo” que ha sufrido recientemente la mítica sala de conciertos del Manzanares que, una vez más, gracias a nuestra querida y admirada alcaldesa, ha visto reducido su aforo de 2400 a 1800 personas, con el consiguiente trastorno para los grupos que ya tenían todas las entradas vendidas y que se han visto incluso obligados a cancelar conciertos. Es el caso de la banda catalana de hardcore Standstill. Volvemos a la caza de brujas que el ayuntamiento de Madrid inició hace dos años contra todas las salas de conciertos con motivo de su negligencia a la hora de gestionar la tragedia del Madrid Arena. Como sigamos así, en la capital del reino sólo van a poder tocar grandes super stars que sean capaces de llenar palacios de deportes o estadios de fútbol.

Sold Out Supersubmarina. La Riviera

Sold Out Supersubmarina. La Riviera

Alcaldesas y Botellas aparte, los tres llenazos de Supersubmarina en Madrid corroboran la buena salud de los grupos españoles de indie radioformuleros. Bandas como Vetusta Morla, Miss Cafeina, Lori Meyers, Delorean, Sidonie, Arizona Baby, se han colado a lo largo de estos últimos años en la cabecera de las principales listas musicales patrias. No hay festival modernito que no cuente con uno de estos grupos entre los principales atractivos del cartel.

Si algo caracteriza a los de Baeza son sus letras frescas, sencillas, pegadizas y listas para ser cantadas y bailadas por veinteañeros trasnochados y treintañeros recién estrenados. Quizá a nivel “poético”, Supersubmarina no se puede comparar con otros de sus coetáneos como Vetusta Mora o Miss Cafeina, cuyas letras son mucho más profundas y curradas.  Pero lo que está claro es que el grupo jienense tiene algo que engancha. Puede que sea ese componente “electroviral” del que presumen en su gira, pero desde luego, resulta muy bizarro ver a una sala abarrotada de gente desgañitándose con estribillos tan variopintos como los de la canción Kevin Mcalister, que reza algo así: “esta noche alguien va a probar mi barra de metal, la que no se enfría jamás, siempre está hirviendo. Y ahora yo quiero jugar a ser gigante, pensemos en horizontal,  yo voy delante…”

Concierto Supersubmarina. 15 de diciembre 2014. La Riviera, Madrid.

Concierto Supersubmarina. 15 de diciembre 2014. La Riviera, Madrid.

A lo largo de la noche, Supersubmarina hizo un repaso a toda su discografía de LPs y EPs.  Algo más de dos horas de concierto durante las que sonaron conocidos temas como LN Granada, Tecnicolor, Supersubmarina  y Viento de Cara. Disfruté mucho del concierto, y sobre todo de la sorpresa que fue acudir a él, ya que la entrada era un fruto en diferido (que no simulado 😛 ) de mi regalo de cumpleaños. Además, «mi regaladora» hábilmente logró mantener el secreto hasta apenas dos horas antes del evento. A ella, agradecerle mucho la invitación y dedicarle esta canción que echó de menos en el concierto:

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Diez años hacía desde que pisé por última vez la Ciudad Universitaria. Cuando salí del metro me di cuenta que el tiempo se había detenido en la avenida Complutense y que todo seguía igual que antaño. Lo único que llamaba la atención era la cantidad de gente que salía un sábado del suburbano y se dirigía hacía Alcatraz (apodo “cariñoso” con el que los publicitarios llamábamos a nuestra facultad de C.C de la Información). El complejo deportivo Cantarranas estaba listo para recibir a los asistentes del que se denomina “el último festival del verano”.

El metro de Ciudad Universitaria recibe a los Dcoders

El metro de Ciudad Universitaria se prepara para recibir a los Dcoders

Nunca había ido a un DCODE y he de reconocer que me he quedado anonadada. El recinto es idílico. Una enorme pradera de césped con tres escenarios, múltiples barras y locales de restauración, WCs por doquier, cubos de basura donde poder depositar todo tipo de envases y, lo más increíble, personal de la organización recogiendo en todo momento la basura del suelo. Creo que es el primer festival en condiciones salubres (esto es: sin tragar polvo, sin hacer eternas colas en la barra, en los WCs, sin tener que pisar tres toneladas de basura en el suelo, etc…)  al que voy en España. Os remito a un desalentador post que escribí hace unos años: Los festivales en España… «nuestra tarea pendiente».

En el DCODE es fácil encontrar tu sitio

Es fácil encontrar tu sitio en el DCODE… 🙂

Cuando llegamos  al recinto, empezaba el concierto de Anna Calvi, una cantante británica que, guitarra en mano, llenó el escenario con uno indie que combinaba a la perfección sonidos intimistas con otros de raíces mucho más rockeras.

Acabado este concierto, era el turno de uno de mis grupos favoritos del festival: Bombay Bicycle Club. Me encanta la música que hace esta banda porque es alegre y fusiona a la maravilla el indie con los sonidos orientales. Les vi allá por el mes de febrero en Barcelona y me dejaron alucinada. Si bien en ese concierto lo único que no me gustó es que fueron un poco sosos en directo, en el DCODE se soltaron la melena. Empatizaron [dentro de sus británicas limitaciones] con el público  y consiguieron que todos los allí presentes moviéramos el esqueleto al son de sus divertidas y bailongas melodías.

Después de la sacudida energética de Bombay Bicycle Club, llegó el momento tostón, del festival de la mano de Russian Red. Lo siento pero soy incapaz de escuchar más de tres canciones seguidas de esta chica. Me aburre su música y me agota ese halo cursi repolludo en el que se envuelve. Creo que no soy la única, ya que durante su concierto mucha gente aprovechó para moverse por las instalaciones del DCODE, ver el concierto de Royal Blood, que tenía lugar en el escenario alternativo, o bien sentarse en el césped a charlar con los amigos.

Una vez superado el duro trance de ver a Russian Red, sobre las 21.20, empezó el concierto del jovencísimo Jake Bugg, una de las sensaciones de la noche. La primera parte de la actuación fue un poco aburrida ya que desgranó sus temas más lentos y de la onda folk.  La segunda parte del concierto fue mucho más rockera y animada. Habrá que seguirle la pista a este chavalín  que promete dar mucho que hablar en los ambientes indie.

El siguiente concierto correspondía a uno de los cabezas del cartel del DCODE, el californiano Beck.  A esas alturas de la noche, el festival lucía ya su máximo aforo y la mayoría de los Dcoders estaban junto al escenario principal deseosos de corear canciones tan conocidas como “Loser”, esa canción que la revista Rolling Stone definió como el himno perfecto para perdedores ahogados en sueños rotos, pero que al artista le sirvió para catapultarse a la fama. También sonaron otros famosos temas como: “Lost Cause” y la psicodélica “E-Pro”.  En líneas generales me gustó el concierto,  salvo por la última media hora en la que Beck se dedicó de una manera tediosa a presentar a toda su banda en vez de a hacer música. Lo siento amigo Beck, pero eso no se hace, y menos en un festival donde los tiempos de actuación son muy  limitados.

A las 12 de la noche salió al escenario Heineken Vetusta Morla, uno de los grupos del cartel que más despertaba mi curiosidad. Tenía muchas ganas de verles en directo. No me considero fan de esta banda, incluso a veces, si les escucho mucho rato me resultan un poco fatigosos, pero tenía la sensación de que en directo iban a ganar muchos galones, y así fue. Una gran presencia en el escenario, un buen sonido y una gran complicidad con el público [bien es verdad que jugaban en casa] hicieron de este concierto el más concurrido y aplaudido de la noche.

Concluida esta actuación dimos por finiquitada nuestra participación en el DCODE fest. Allí dejamos todavía a miles de jóvenes Dcoders deseosos de quemar la noche y  algún que otro [no tan joven] que no se acordó de que una retirada a tiempo es una victoria

Cada uno acaba como puede...

Cada uno acaba como puede… 😛

Desde aquí aprovecho de nuevo para felicitar a los organizadores del evento complutense. Han sacado ustedes una matrícula de honor.

@brokenheroes

El pasado miércoles pudimos disfrutar, por primera vez tocando en Madrid, [hasta ahora sólo lo habían hecho en Barcelona] de la divertida banda australiana The Cat Empire. Un grupo que fusiona como nadie géneros tan dispares  como el ska, el jazz, el punk, el reggae y los ritmos latinos.

Cartel concierto The Cat Empire en Madrid. Julio 2014

Cartel concierto The Cat Empire en Madrid. Julio 2014

El día estaba siendo especialmente caluroso en la capital por lo que, cuando llegamos a la mítica sala But, todas las terrazas de la calle Barceló estaban atestadas de gente (en su mayoría de asistentes al concierto) hidratándose a base de cervecitas. Y en esas estábamos, tomando unas cañitas preconciertiles, cuando nos dimos cuenta de que Felix Riebl, el atractivo cantante y percusionista [y uno de los fundadores de la banda],  estaba charlando animosamente a nuestro lado con un grupo de fans. No pudimos evitar hacernos una foto con él cual quinceañeras groupies.  🙂

Momento groupie con Felix Riebl (The Cat Empire)

Momento groupie con Felix Riebl (The Cat Empire)

No es muy normal poder tomarte una caña al lado del cantante del grupo al que vas a ver a continuación, lo que dice mucho del talante cercano y buenrrollero  de esta banda australiana. Aunque en España no son todavía muy conocidos, los de Melbourne arrasan en las antípodas.

Cuando entramos en But, diez minutos antes del comienzo del concierto, la sala estaba casi llena [normal teniendo en cuenta que habían agotado la venta de entradas].   The Cat Empire saltó al escenario pasadas las nueve de la noche y desde ese momento  hasta el final del bolo,  ninguno de los allí presentes dejamos de bailar, levantar los brazos, corear,  y sobre todo, sonreír. Y es que es escuchar a estos australianos y no poder dejar de mover el esqueleto y sentir como la felicidad y el buenrrollismo invade tu cuerpo.

The Cat Empire. Concierto sala But Madrid. Julio 2014

The Cat Empire. Concierto sala But Madrid. Julio 2014

A lo largo del show repasaron temas de sus seis discos y aprovecharon para presentarnos algunas canciones de su última creación, Steal the Light. La gente estaba desatada y conocía la mayoría de los temas al dedillo, lo que hizo que la banda australiana se entregase al máximo para satisfacer a un público  madrileño ávido de pasárselo en grande.  La química entre los allí presentes y la banda fue increíble a lo largo de todo el concierto. Yo, por mi parte, no recuerdo cuando fue la última vez que bailé tanto en un concierto.

elix Riebl en un momento del concierto. The Cat Empire, Madrid.

Felix Riebl en un momento del concierto. The Cat Empire, Madrid.

El despliegue de instrumentos musicales que lleva consigo esta banda es alucinante. Disfrutamos del sonido de la trompeta, el trombón, el piano, los tambores, el contrabajo e incluso pudimos ver a Felix Riebl con un güiro [ese instrumento latino cuyo sonido en España conseguimos con la tradicional botella de anís del mono y la cuchara sopera]. Con todo este “arsenal” sobre el escenario no es de extrañar que este grupo consiga hacer sentir al público que está asistiendo a varios conciertos en uno. Temas como “Still Young” y “The Charriot”  hacen que te muevas al más puro estilo ska y que se formen pogos  en la pista.  Los ritmos latinos de “The Prophets in the sky” o “Beating like a drum” (en la los australianos se atreven a cantar en castellano), provocan  un animoso movimiento colectivo de caderas.  Y qué decir de esos sonidos reggae como “In my pocket” que consiguen que no pares de balancearte al son de la música. También hubo momentos para escuchar reminiscencias de jazz en canciones como “The Rhym”. Todo esto, acompañado por un sonido espectacular, hizo que la velada se convirtiese en un evento redondo.

The Cat Empire. Concierto sala But Madrid. Julio 2014

The Cat Empire. Concierto sala But Madrid. Julio 2014

Otro detalle a destacar por parte de los australianos es que hicieron dos tandas de bises ante la insistencia del público, que nada más ver que el grupo desaparecía del escenario, comenzaba a cantar a voz en grito alguna de sus canciones.  Era la primera vez que The Cat Empire estaba en Madrid, la sala estaba repleta y eufórica, y qué mejor manera de agradecer al incondicional público su presencia con más música. Algo más de dos horas de adrenalina musical a 40° grados que nos hizo sudar de diversión. Curioso fue ver a la salida como algunos hombres se quitaban las camisetas y las podían escurrir cual si estuviesen recién sacadas de una lavadora sin centrifugar.

Desde aquí me gustaría recomendaros que le peguéis una escucha a este grupo. Os va a encantar.  Sus canciones divertidas, frescas y buenrrolleras son realmente adictivas.  Con deciros que ya estoy deseando volver a un concierto suyo…  🙂

THE CAT EMPIRE: come back soon to Madrid!!!

@brokenheroes

Os dejo un par de temitas que me encantan de este grupo.

 

Dicen que no puedes morirte sin antes haber plantado un árbol, escrito un libro…, pero para los amantes de la música, y más concretamente, del rock’n’roll, el dicho debería ser: “no puedes morirte sin antes ver un directo de The Rolling Stones”. El elevado precio de las entradas y los múltiples problemas que hubo para adquirirlas en las webs de Ticketmaster y Doctor Music no fueron impedimento para que el sold out se colgase en apenas once horas. La expectación por el concierto era máxima, ya que muchas voces apuntan que esta será la última vez que les veremos por tierras españolas. Y puede que sea cierto, y no porque estos septuagenarios no tengan cuerda para rato, si no porque que han tardado siete años en pisar de nuevo nuestro país desde la gira “A Bigger Bang World Tour 2007″.

Entrada concierto Rolling Stones Madrid. Gira 14 on fire

Entrada concierto Rolling Stones Madrid. Gira 14 on fire

El 25 de junio los aledaños al Bernabéu eran un hervidero de gente con sus flamantes camisetas de los Rolling [¿se quedaría H&M sin existencias?] compradas y estrenadas ex profeso para la magna ocasión.  Los bares y terrazas de la zona estaban repletos de personas de todas las edades que calentaban motores, o mejor dicho, refrescaban el gaznate, antes de asistir a uno de los conciertos más multitudinarios (54 000 almas, ni más ni menos) que se darán este año en España.

A las 20:30 estaba prevista la actuación del telonero de la noche, el afortunado Leiva, sí, el mismo que hace dos años abogaba por que sus majestades se retiraran [¡menos mal que no se jubilaron, ¿eh?, amigo Leiva!]. En nuestro caso, el interés por ver al madrileño, era escaso, así preferimos alargar un poco más las clásicas cañas pre-concierto.  Por lo que he leído en otras crónicas, el concierto de Leiva pasó sin pena ni gloria, a pesar de que contó con dos colaboradores de lujo: Ariel Rot y Carlos Tarque (M-Clan), junto con los que interpretó el tema de los Rodríguez “Mucho mejor”.

Escenario Rolling Stones. Gira 14 on fire

Escenario Rolling Stones. Gira 14 on fire

Cuando entramos en el césped del estadio merengue, sobre las 21:30, el aforo estaba ya casi al 80%. En las pantallas del escenario ya se podía ver la imagen de la gira, 14 on fire. A las 21:50, con puntualidad británica, los Rolling Stones hicieron su entrada triunfal, entre llamaradas y un estruendo de aplausos, con el tema  “Jumpin’ Jack Flash”. A este le seguiría el “You Got Me Rocking”, no sin antes saludar a los allí presentes con un «Hola Madrid, Hola España» en un castellano bastante decente. No habían pasado ni diez minutos de concierto y morritos Jagger ya tenía al público alucinado con sus sugerentes movimientos y sus constantes recorridos  a lo largo de todo el escenario  [¡A cuantos treintañeros nos gustaría tener el increíble fondo físico del experimentado frontman!]

Mick Jagger en acción. Rolling Stones. 25 de junio. Madrid

Mick Jagger en acción. Rolling Stones. 25 de junio. Madrid

A continuación sonaría el famoso “It’s Only Rock’n’Roll”, cuyo estribillo coreamos hasta la saciedad. En el siguiente tema, “Tumbling Dice” se hizo especialmente patente la colaboración  de los coristas, Lisa Fischer y Bernard Fowler.

Luego llegaría uno de los momentos más especiales de la noche. Cuando sonaron los primeros acordes de “Angie” no pude evitar emocionarme, ya que es un tema que siempre me ha encantado, y no era uno de los fijos en el setlist de esta gira. ¡Qué grata sorpresa! Además, por suerte, pude grabar la canción al completo.

No nos habíamos repuesto del lacrimógeno momento de “Angie”, cuando las tres enormes pantallas empezaron a mostrar el hastag  #StonesMadrid. Por lo visto, sus majestades son muy 2.0  y en cada uno de los países animaban a los espectadores a que votasen a través de las redes sociales qué canción querían que sonase en el concierto [un bonito detalle para con sus fans].   Acto seguido, aparecieron las palabras Like a Rolling Stone.   Y es que en España, que somos los más “originales”, les pedimos una canción que en realidad es de Bob Dylan, y que los Rolling han versionado en alguna ocasión y no tocaban en directo desde el 2003.

The Rolling Stones: Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts.

The Rolling Stones: Mick Jagger, Keith Richards, Ronnie Wood y Charlie Watts.

Para el siguiente tema, uno de las creaciones más actuales,  Mick Jagger se pertrechó de una guitarra eléctrica y comenzó el riff de “Doom and Gloom”.  En “Out Of Control” toma especial relevancia el bajo de Darryl Jones que lidera el solo inicial de la canción. También es uno de los  momentos en los que Keith Richards puede lucirse al mando de las seis cuerdas y Jagger deleitarnos con el sonido de su armónica. El piano de Chuck Leavell cobró un gran protagonismo en “Honky Tonk Women”.  Después de este tema, el frontman aprovechó para presentarnos a la banda al completo.

Mick Jagger y Keith Richards. Rolling Stones. 14 on fire. Madrid 2014

Mick Jagger y Keith Richards. Rolling Stones. 14 on fire. Madrid 2014

A continuación, dos temas interpretados por Keith Richards a la voz con el apoyo incondicional de Ronnie Wood: la acústica “You Got The Silver” y “I Can’t be seen”.

Keith Richards. Rolling Stones

Keith Richards. Rolling Stones

La vuelta de Jagger y su armónica al escenario coinciden con “Midnight Rambler”, tema que fue especialmente conmovedor, ya  que en el escenario cuentan con la presencia de Mick Taylor, antiguo guitarrista de la banda en los ’70 y predecesor de Ronnie. Prosiguieron el show con las canciones “Miss you” y la impresionante “Gimme Shelter”, en la que la sensual corista Lisa Fischer adquiere el total protagonismo y se desliza por la pasarela del escenario con su prodigiosa voz acompañada en todo momento por el galán Mick Jagger.

Taylor & Rolling Stones / Lisa

«Midnight Rambler» Taylor & Rolling Stones /  «Gimme Shelter» Lisa Fischer

El concierto avanzaba e iba llegando el momento para interpretar los himnos más famosos de los Rolling Stones. Fue el turno de “Start Me Up”, que puso a saltar a todo el Bernabéu. “Sympathy for the Devil”, con una puesta en escena espectacular, ya que el escenario parece estar ardiendo, y un Mick Jagger enfundado en una capa de plumas rojas; y la sugerente “Brown Sugar” durante la cual Jagger no paró de contonear sensualmente sus caderas [only Jagger moves like jagger].

Sympathy for the Devil. Rolling Stones. 14 on fire. Junio 2014. Madrid

Sympathy for the Devil. Rolling Stones. 14 on fire. Junio 2014. Madrid

Tras una breve retirada del escenario, los Rolling vuelven para rematar la velada con dos bises.  En el primero, “You Can’t Always Get What You Want”, se hacen acompañar de un coro local de cada una de las ciudades que visitan.  En el caso de Madrid, el conjunto elegido para abrir la canción fue el Joven Coro de la Comunidad de Madrid (JORCAM). Por último, y como colofón final, “Satisfaction”. El estadio estalló. El público coreaba, saltaba y el Santiago Bernabéu temblaba con la descarga de puro rock de sus satánicas y enérgicas majestades.

Algo más dos horas de show y la sensación de haber asistido a un concierto histórico es lo que me llevo de la pasada noche del 25 de junio de 2014 en Madrid. ¿Qué la entrada era cara? Y París… ¿no vale bien una misa?

Like a Rolling Stone...

Like a Rolling Stone…

@brokenheroes

El pasado miércoles Madrid se convertía en la capital del Sleaze Rock de la mano de dos de los más importantes exponentes de este género: Skid Row [la “vieja escuela”] y Buckcherry [ la “nueva ola”].

Cartel gira española Skid Row & Buckcherry 2014.

Cartel gira española Skid Row & Buckcherry 2014.

El evento  empezaba sobre las siete de la tarde con los teloneros Bufalo Summer, a los que no llegué a ver ya que a las seis todavía estaba aterrizando en Barajas procedente de tierras normandas. Como siempre, me tocó ir al concierto deprisa y corriendo para llegar, al menos, a ver a Skid Row. Cuando llegué, la puerta de la sala y los bares aledaños estaban llenos de gente. El ambiente hard-rockero se palpaba en los alrededores [motazas aparcadas por todos lados], melenas con laca y muchas mallas de leopardo. Dejé la princess aparcada con sus amigas las Harley’s, nos tomamos una cañitas -sin- previas y nos dispusimos a disfrutar de una buena sesión de hard-rock putero [me encanta este término que escuché por primera vez en boca de @yoryobass].

Nunca había estado en la sala Shoko Live y tenía curiosidad por ver cómo era y cómo sonaba, ya que se supone que es una de las aspirantes a ser lugar de referencia en la escena de conciertos madrileños. Antes de entrar, primera mala impresión: ropero, 2€ prenda [¡¿en serio?!]. Una vez dentro, segunda mala impresión y crucifixión: la sala retumba, hay eco y el sonido se escucha distorsionado [#epicfail].

Cuando entramos, Skid Row ya había empezado su actuación. En el caso de Madrid, no así en el de Barcelona, el cabeza de cartel era Buckcherry. Nunca  había ido a un concierto de la banda de Jersey, por eso me hizo ilusión escuchar en directo grandes baladas como “I Remember You” y “18 and Life”, el famoso tema  “Youth Gone Wild” o el potente “Slave to the Grind”.  Pero faltaba algo, mejor dicho, faltaba alguien. Aunque la esencia original de este grupo sigue viva en los músicos de los instrumentos de cuerdas, es inevitable echar de menos la voz y presencia de Sebastian Bach. El actual cantante, Johnny Solinger, se esfuerza, lo intenta, pero competir con la sombra de uno de los mayores sex symbols del rock, está claro que no debe ser  fácil. Y eso que el frontman se comportó de una forma muy digna y profesional, siguiendo con el show, cuando los desastrosos técnicos encargados del sonido le dejaron el micro mudo en mitad de una canción.

Concierto Skid Row. Sala Shoko Live, Madrid. Junio de 2014

Concierto Skid Row. Sala Shoko Live, Madrid. Junio de 2014

Pasadas las nueve y media empezarían a tocar los que eran, para mí, el plato fuerte de la noche. Buckcherry arriesgó bastante abriendo el espectáculo con uno de sus hits más conocidos, “Lit up”, al que seguiría “Fall” (ambos de sus primeros discos). A continuación sonaron dos de sus temas más lentos y melódicos de su exitoso álbum 15: “Everything” y “Sorry”. El público estaba muy metido en el concierto a pesar de que Josh Todd, el excéntrico e hiper-tatuado cantante, no fuese especialmente empático con el respetable.  Es un frontman que ejecuta bien su papel de vocalista pero sin interactuar especialmente ni con la banda ni con el público,  menos mal que para eso está el simpático Stevie D,  con su eterna sonrisa en la boca y sin parar de moverse por el escenario. Alguien debería decirle al yonki de Todd que tantos excesos no le sientan bien antes de las actuaciones.

Concierto Buckcherry. Sala Shoko Live. Madrid. Junio 2014

Concierto Buckcherry. Sala Shoko Live. Madrid. Junio 2014

El espectáculo siguió su curso con otros dos enérgicos temas del disco Time Bomb, “Porn Star” y “Ridin’”.  A continuación, un breve repaso a su último álbum, Confessions, de la mano de las cañeras “Gluttony” y “Greed”;  y una canción, «For the Movies», de su primer disco, que pasó sin pena ni gloria. Como era de esperar, después de lo ocurrido con Skid Row, el sonido volvió a fallar y la voz de Josh Todd enmudeció de repente por un nuevo fallo con el micro. La sala era un clamor, la gente protestaba y pitaba, y no es para menos, ya que el sonido deslució mucho el concierto.

Menos mal que aún quedaba por sonar uno de sus temas más famosos y controvertidos, y que debo reconocer que a mí es de los que más me gustan: “Crazy Bitch” [hard rock putero en su máxima expresión]. La canción se extendió durante casi ocho minutos, ya que, durante la misma, aprovecharon para presentar a parte de la banda.

Concierto de Buckcherry en la sala Shoko Live. Madrid, junio 2014

Concierto de Buckcherry en la sala Shoko Live. Madrid, junio 2014

El final del concierto se compuso de dos bises, uno de ellos, cuanto menos sorprendente, y que generó reacciones dispares entre el público, fue una versión del “I Love it” de Icona Pop rebautizada con el nombre de “Say Fuck It”. A mí me hizo gracia, pero reconozco que siempre es una pena que otros temas propios se queden en el tintero por tocar versiones. El otro bis fue “Too Drunk”, de su poco fructífero disco Black Butterfly.

Me gustaron Buckcherry en concierto y me lo pasé pipa saltando y coreando cada uno de sus temas, aunque me decepcionó la falta de química entre los miembros del grupo y la poca empatía con el público.

Brokenheroes rockeando con Buckcherry

Brokenheroes rockeando con Buckcherry

De la sala otra cosa a señalar, me parece de juzgado de guardia que te cobren 2€ por prenda [en mi caso 4€: chupa+casco] para que te dejen el casco de la moto literalmente tirado en el suelo y prácticamente a mano ya que cualquiera lo hubiese podido coger en algún momento de despiste de la salerosa chica del ropero. Entre esto y la pésima acústica del lugar, sólo me queda añadir que la Sala Shoko Live es un bodrio, un claro ejemplo del quiero y no puedo.

La agridulce noche acabó con una multa para la princess y sus compañeras de aparcamiento, ya que habíamos estacionado en una acera junto a un paso de peatones (prácticamente imperceptible porque estaba casi borrado de la adoquinada calle). Desde aquí aprovecho para pedir a mis simpáticos amiguitos de la Policía Municipal de Madrid que el dinerito que nos van a recaudar lo inviertan en pintura para repasar el malogrado paso de cebra.

Y como esta vez no grabé vídeos, os voy a dejar un par de videoclips de ambos grupos para que disfrutéis y os acerquéis un poco al hard rock putero, si no lo conocíais.

Skid Row (para ellas): os dejo una baladita con el antiguo vocalista, Sebastian Bach. ¡A disfrutar de las vistas chicas!

Buckcherry (para ellos): un poquito de hard rock, macarra y, a veces, soez.

@brokenheroes